jueves, 16 de octubre de 2014

ORIENTE PRÓXIMO Informe publicado en el semanario alemán ‘Der Spiegel’ Líbano: el ‘mercado negro’ donde se trafica con órganos sirios

Desplazados sirios estarían sobreviviendo a base de vender riñones, hígados…


A pesar de la crisis económica que está lastrando el Líbano -con un crecimiento inferior al 1, 5% y una renta per cápita de las más bajas de Oriente Próximo-, existe una industria que infortunadamente se encuentra cada día más al alza: la compra-venta de órganos vitales para el mercado negro.

Tal y como recoge un informe presentado por el semanario alemán ‘Der Spiegel’, un gran número de desplazados por el conflicto sirio -empezando desde edades tan tempranas como los 14 años- estaría sobreviviendo a base de vender riñones, hígados o pulmones en el País de los Cedros. A duras penas, por descontado.

El reportero Ulrike Putz -principal valedor de las citadas informaciones- asegura haber entrado en contacto con un hombre llamado Abu Hassan, el cual estaría trabajando en este momento como ‘enlace’ para una organización criminal especializada en el tráfico de riñones. También lo habría hecho con un joven de 19 años llamado Raid, hoy sin riñón, pero con 7. 000 dólares más en el bolsillo.

“Cuando se refiere a riñones, ahora mismo tenemos más vendedores que ‘postores’. [...] Todo el mundo se beneficia con este negocio: los asilados que logran hasta 15.000 dólares por un nuevo riñón y los enfermos que pueden optar por vivir”, revelaba Abu Hassan al corresponsal en exclusiva.
‘Me da igual si mueres’

Conforme a lo recogido en este artículo, el intermediario ilegal haría entre 600 y 700 dólares de caja por operación. Las funciones de éste, sencillas: hablar con el benefactor del miembro, trasladarle a la sala de quirófano clandestina ubicada en algún punto de la región, y devolverle de nuevo ‘sano y salvo’ al lugar de origen. Alguna vez, incluso, Abu Hassan, habría tenido que hacer las veces de enfermero -aparentemente sin el mejor de los resultados, como en el caso de Raid-.

“Cállate. Me da igual si mueres. Estás acabado de todas maneras“, espetó el intermediario ilegal a Raid cuando éste solicitaba analgésicos para calmar el dolor de siete días por falta de uno de sus riñones. Lo más escalofriante de la historia es que lo dijo presuntamente delante del periodista mientras conducía su vehículo de vuelta al campamento itinerante del zagal originario de Alepo.

El Líbano tiene la dudosa reputación de ser uno de los países de mayor comercio de órganos vitales en el mercado negro, esencialmente debido a la cantidad de guerras que ha sufrido en las últimas décadas. La más significativa de ellas, erróneamente calificada de ‘civil’ entre 1975 y 1990, dejó centenares de miles expatriados palestinos en este territorio. La gran mayoría estaban instalados en la miseria y hacinados en campos que ya son ciudades. Y, como ahora, a su vez necesitaban dinero para sobrevivir.

Muchos ciudadanos de la Península Arábiga están acostumbrados a venir a operarse aquí y existe todo un ‘turismo de salud’ especialmente diseñado para ellos. Incluso, por sorprendente que parezca a los ojos del occidental, en el Líbano no existe una ley clara acerca de la transacción legal e ilegal de partes del cuerpo humano, lo que facilita en gran medida estas acciones delictivas.



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