miércoles, 12 de noviembre de 2014

La flota rusa se desplaza a Australia para evitar un atentado contra el avión de Putin que va a la cumbre del G-20

Me han extrañado muchísimo las declaraciones de Kisinger en los últimos días elogiando a Putin y Rusia y ahora, por fin, las he entendido.

Sorcha Faal publica hoy miércoles un informe de acuerdo a reportes del ministerio de defensa ruso en el sentido de que los servicios secretos de un intento de atentado sobre el avión presidencial ruso que se desplaza este fin de semana a Brisbane (Australia) para la cumbre del G-20. Para prevenir este supuesto atentado contra Putin ordenado por Obama, varios de los mejores buques rusos se han desplazado a las aguas próximas a Australia y así dotar de protección al avión presidencial.

En los últimos días las campanas de guerra procedentes de Ucrania se han redoblado al acusar (falsamente) a Rusia de invadir Ucrania: todo ello consecuencia, por supuesto, de las clarísimas declaraciones de Putin dando por finalizado el reinado del petródolar.

En este contexto podemos entender las declaraciones de Kisinger: poniendo la vena antes de que brote la herida (“yo no he sido, yo no he sido“). Lo que la mafia llama, “el beso de la muerte”, vamos.

Cuanto más se reenvíe esta noticia, más inútil haremos ese intento de asesinato del verdadero líder mundial del momento.

(Recordad lo del avión malayo en Ucrania…).

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